sábado, 4 de agosto de 2012

EL PRECIO DEL RESCATE, INTERVENCIÓN O COMO QUIERAN DENOMINARLO


Nuestro día a día se ha convertido en un eufemismo de dimensiones gigantescas. Y es que el país ha llegado a un punto en el que parece que por fin, empieza a dudar de todo aquello que se supone lo protege y ampara. Y es cada día está más extendida la idea de un País de las Hadas, o Idilicolandia, según los estratos, está terminando... Creo recordar a una compañera bloggera, que en uno de sus post reflexionaba sobre el estado del mundo y comentaba que cada día le parecía más estar inmersa en una de esas historias, donde la existencia de un personaje oscuro que maneja el mundo a su capricho, se convierte en la pesadilla real del héroe de turno. Y puestos en el tema, a mí cada día me da más la impresión, de que aquella unión formada tras el desastre por grandes visionarios, ha ido mutando su idea de lugar pacífico y próspero para seguir siendo tierra de visionarios, pero esta vez, de muy distinto calado: Los de ahora parecen haber olvidado los principios básicos, dan la impresión de ni tan siquiera conocer la historia más cercana, han vivido en un sueño de grandeza jugando a ser los reyes de mundo, obviando por completo pasajes de nuestra historia que de tenerlos en cuenta, habrían ahorrado mucha tensión – pareciese todo esto un teatrillo, teatrazo por el presupuesto- creado a la medida de los que ahora son los poderosos, para justificar el sueldo. Es como si nos encontrásemos en una montaña rusa, el Shambhala, por ejemplo, y después de tocar el cielo y creernos dioses, descendemos hasta las hondas depresiones, como un sueño de niño pobre, más o menos, ¿Cómo todavía muchos de nosotros no nos hemos dado cuenta de ello?
La obra social de la Unión ha terminado y ahora es tiempo de pagar todo el sueño. El retroceso puede llegar a ser brutal, y no hablo de pesetas y euros. Voy mucho más lejos, pareciese por momentos, encontrarse uno viviendo, en aras de los romanos, pues tras haber conseguido la extensión -no voy a pensar mal y no voy a creer que era su objetivo el retroceso- el precio a pagar será tan alto como el que en su tiempo pagaron todas aquellas tierras no siendo Roma – ahora no es Roma- llegaron a formar parte del imperio. Socialmente cada día somos más parecidos a ellos, patricios y plebeyos de momento, aunque la esclavitud aunque encubierta, está a un paso, siendo el depósito dinerario central el patricio y el esclavo pasará a ser el rescatado.
Una intervención puede convertir de un plumazo a un país libre – un de igual a igual- en un vasallo y a sus habitantes en meros esclavos.
Realmente ¿Vale la libertad el precio que nos están ofertando?EL PRECIO

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