La
lectura de la prensa dominical ha alertado sobremanera mi curiosidad.
Tras leer los resultados de unas encuestas realizadas por un
reconocido gabinete de estudios sociales, he quedado perpleja y
porqué no, también muy curiosa, al conocer que prácticamente un
siete por ciento de los pobladores de Idilicolandia, consideran que
la situación económica es ahora mejor que hace un año y que, un
uno y medio por ciento, están convencidos de que ésta, es mejor que
hace un año. Tras leerlo, ardo en curiosidad por cruzarme con
alguien que forme parte de esa franja social.
Algo
que si parece darme una esperanza o, como decirlo, ganas de empezar a
diferenciar una claridad al final del túnel, es comprobar que los
partidos instaurados en el poder de manera alterna se encuentran bajo
mínimos, tendencia que algunos analistas ven como el principio del
fin del bipartidismo en este país, bicolor donde los haya, no hay
más que continuar leyendo resultados para comprobarlo.
En
el momento que las encuestas tocan temas de la integridad del
territorio, la cosa cambia un poquito, y presumo que no es por una
cuestión de sentimiento patriótico, sino por el desconocimiento de
la realidad del país. Si de algo estoy segura es que el poder, sea
del color que sea, informa de una realidad filtrada bajo los colores
partidistas, y ha estas alturas ya es tiempo de que la bandera del
arco iris, fuera algo más que el símbolo de un determinado orgullo.
Quizás así, con una multipluralidad en las clases gobernantes,
consigamos juzgar y ser juzgados – y no estoy en estos momentos
pensando en todos esos delitos por parte de las élites políticas
que cada día salen a la palestra informativa- sino de una auténtica
pluralidad que pueda representarnos a todos y que por lo tanto,
sopese de manera veraz cualquier información al alcance de la
ciudadanía.
En
éstos últimos tiempos, parece que hemos dejado un poco de lado la
prensa rosa y amarilla de baja estofa para convertir en objetivo de
todos esos profesionales a todos aquellos que ocupaban puestos
honorables, hecho que nuevamente alerta mi curiosidad, porqué
justamente, tras la lectura de toda esa documentación que se
encuentra escampada por la prensa del mundo mundial , choca la
rapidez es desmentir todo eso que no han hecho, lo que da lugar a...
si volvemos a los de menos noble cuna, sabemos perfectamente que una
negación trae tras ella una exclusiva, y ya se sabe, todo en negro,
ah, claro, los honorables cobraron por adelantado... listos estos
chicos.
También
me ha llamado la atención la pregunta de uno de mis preferidos
¿Quién juzgará al tribunal de cuentas? A lo mejor se les da un
trato como el de los banqueros que tras sus malas gestiones salieron
con beca y master. Miedo me da. Por que realmente, ¿De qué sirve
la publicación de unas rentas adulteradas por parte de unos
individuos que en su papel de reina roja, deciden no cortar la cabeza
haciendo acopio de una falsa benevolencia haciéndonos partícipes de
que no quieren matar al mensajero sino solo enrabiarse con una cabeza
de turco que a lo mejor les salió rana, o que quizás no valoraron
en su momento.
Quizá
esa bandera multicolor que parece hacerse paso entre la bicolor, nos
ayude a regular la entrada de esa entrada en escena que hasta ahora
parece estar más en consonancia con los favores que con los valores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario